Decidió jugar por tercera semana consecutiva, jugando el Masters 1000 de Roma, donde llegaba con la opción de sumar muchísimos puntos ya que en el año anterior cayó ante Juan Carlos Ferrero en 2.ª ronda debido a una ampolla en el pie (Siendo la primera vez que caía en su partido debut sobre arcilla). Su porcentaje de victorias fue del 81%, siendo el más bajo desde 2004, lo que le llevó a terminar el año en el puesto número 3 del ranking ATP por primera vez en su carrera.