En 1986, los futbolistas rojos Ricardo Bochini, Néstor Clausen y Ricardo Giusti fueron campeones de la Copa Mundial de Fútbol de 1986, dirigidos por Carlos Bilardo. En 1978, los futbolistas rojos Daniel Bertoni, Rubén Galván, Omar Larrosa y Rubén Pagnanini fueron campeones de la Copa Mundial de Fútbol de 1978, dirigidos por César Luis Menotti. Casi como una costumbre, Independiente salió campeón viviendo un hecho único y anecdótico en la historia del club y también del fútbol argentino; el equipo rojo, que estaba primero con diferencia de un punto con respecto a San Lorenzo y Ferro Carril Oeste, jugó el último partido del campeonato contra su clásico rival Racing Club, que había descendido en la fecha anterior. Ganó 14 campeonatos de Primera División en el profesionalismo del fútbol argentino (1931-actualidad), siendo así el tercero en Argentina. El Rojo debió recurrir a la definición por penales para ganar el trofeo, ya que ambos partidos resultaron en victoria por 1-0 para cada uno, siendo Bochini el autor del gol de Independiente. Tanto la ida como la vuelta se jugaron en el Estadio Olímpico de la UCV en Venezuela, donde en primera instancia igualaron 2-2, con goles de Ricardo Bochini y Víctor Hugo Arroyo para el Rojo.
La cuarta oportunidad de Independiente para ser campeón del mundo fue en la Copa Intercontinental 1973. Esta vez el rival fue la Juventus italiana, equipo que reclamó que la final sea disputada a partido único en el Estadio Olímpico de Roma debido a la violencia ejercida por los clubes sudamericanos en territorio sudamericano. En la Copa Libertadores 1973 comenzó a competir a partir de la segunda fase. En el partido desempate jugado en el Estadio Centenario resultaron victoriosos los Diablos Rojos por 2-1 con un gol de Giachello en el tiempo suplementario, coronándose campeón de América por cuarta vez en su historia y es aquí donde se convierte en el máximo ganador de la Copa Libertadores, récord que sostiene aún hoy. Cuatro días después se disputó el desempate en el Estadio Defensores del Chaco en Paraguay. En el partido de desquite igualaron 0-0 y definieron la copa por penales, que finalmente fue levantada por Independiente luego del penal convertido por Víctor Hugo Arroyo. El club italiano tuvo un claro dominio del partido, pegando dos tiros en los palos y errando un penal.
Con River mpató 0-0 en el Monumental, y obtuvo un triunfo por 2-0 en Avellaneda con dos goles de Ricardo Bochini, para consagrarse como campeón del país campeón del mundo. En 1977 no levantó trofeos internacionales, pero la racha ganadora continuó en el plano local, coronándose campeón del Nacional 1977. En este torneo venció en el partido definitorio a Talleres de Córdoba, en una final que es recordada como la más hazaña más grande de Independiente, ya que el equipo cordobés, que estaba definiendo la final en su estadio, se puso al frente por 2-1 con dos goles ilegítimos, y fue beneficiado por un árbitro que expulsó por protestar a tres jugadores de Independiente, pero los de Avellaneda llegaron al empate y al título con un gol de Ricardo Bochini, en una combinación con Daniel Bertoni y Mariano Biondi. En la ida jugada en el Estadio Francisco Morazán ganó el Rojo por 2-1 con goles de Alejandro Semenewicz y Eduardo Maglioni, mientras que definiendo en el Estadio Nacional de Tegucigalpa levantó el trofeo luego de superar a los hondureños por 2-0, habiendo marcado nuevamente Maglioni en el primer minuto y luego Agustín Balbuena casi sobre el cierre del partido.
Independiente siempre se mantuvo firme en la última línea compuesta por Néstor Clausen, Hugo Villaverde, Enzo Trossero y Carlos Enrique, y el partido finalizó con triunfo 1-0 para Independiente, en el Estadio Olímpico de Tokio en Japón, resultando campeón del mundo por segunda vez. Así, en la ciudad portuaria de Southampton, donde debía coger el barco de vuelta a Bilbao, compró 50 trajes del equipo local, que vestía rayas rojas y blancas, calzones blancos y medias negras. Bertoni fue el único titular en la final contra Holanda (marcó el gol definitivo en el alargue), mientras que Larrosa ingresó en el segundo tiempo. El rival en la final fue el Colo-Colo de Chile. Aunque el Real Madrid fue superior y no dejó de insistir, el conjunto blanco no fue capaz de batir portería rival. El rival en la final fue la Unión Española. Sin mayores complicaciones el Rojo superó el grupo y avanzó a la final para enfrentarse al São Paulo. Tanto River Plate como el Rojo terminaron empatados por puntos en el grupo y debieron disputar un partido desempate para determinar el finalista, y fue River quien salió victorioso, por la mínima.